Título original: Se7en
Año: 1995
Nacionalidad: EEUU
Duración: 117 min.
Género: Acción, Suspense
Director: David Fincher
Guión:Andrew Walker
Reparto: Brad Pitt, Morgan Freeman, Gwyneth Paltrow, Kevin Spacey, John Ginley, Richard Roundtree, Lee Ermey, Leland Orser y Richard Schiff
Sinopsis
Un veterano teniente del departamento de homicidios está a punto de jubilarse y ser reemplazado por un ambicioso e impulsivo detective; ambos tendrán que colaborar en la resolución de una serie de asesinatos cuya base trasciende el plano terrenal para situarse en uno superior...
Valoración
Lo mejor: la mística relación entre los siete pecados capitales, a saber, gula, avaricia, pereza, ira, soberbia, lujuria y envidia, y los cuerpos de las víctimas sobre los que el asesino antagonista de la historia se ensaña de manera impúdica, convirtiéndose tal suceso en uno de los más absorbentes enigmas de la historia del séptimo arte; la dupla formada por Brad Pitt y su humor negro y Morgan Freeman y su saber estar, se sigue recordando veinte años después del estreno del filme como el mejor ejemplo de compenetración actoral, positivismo interpretativo que se extiende a una sufridora Gwyneth Paltrow y un tenaz Kevin Spacey; la originalidad del argumento, debiéndose valorar en un contexto temporal en el cual no se había explotado el género como lo ha hecho desde entonces hasta la actualidad pese a percibir el título, cuanto menos subjetivamente, como desvirtuadamente sobrevalorado a nivel mundial.
Lo peor: el contenido macabro que rezuman los escenarios de los respectivos crímenes pueden herir seria y gravemente la sensibilidad del espectador, pues los tintes maníacos inundan hasta el más insólito resquicio de la pantalla; el doblaje al español, pese a ser más que decente, implica perderse cientos de matices que solamente pueden percibirse, como sucede en la gran mayoría de obras, en la versión original de la película; la poca determinación conductual y excesiva verborrea a partir del ecuador de la cinta por parte de unos personajes más expectativos que resolutivos, llegando a contradecirse a sí mismos.