Título original: Jeruzalem
Año: 2015
Nacionalidad: Israel
Duración: 91 min.
Género: Suspense, Terror
Director: Doron Paz y Yoav Paz
Guión:Doron Paz y Yoav Paz
Reparto: Yael Grobglas, Yon Tumarkin, Danielle Jadelyn y Geri Gendel
Sinopsis
Dos jóvenes vuelan a Israel para visitar la ciudad de Jerusalén, pero no encontrarán la festividad que buscaban sino una gran pesadilla bíblica...
Valoración
Lo mejor: el punto de partida, la citación bíblica del capítulo diecinueve de Jeremías que versa “...hay tres puertas al infierno, una de ellas en el desierto, otra en el océano y otra en Jerusalén” y la supuesta representación de un archivo extraído del Vaticano en el que dos sacerdotes filman la primera evidencia profunda de la existencia real del demonio en la Tierra cuando una mujer regresa a la vida tras morir de tifus, abarca apenas cinco minutos pero son los mejores de la producción; la acción transcurre a modo de falso documental a través de unas gafas que permiten a su dueña reproducir música, tomar fotografías, hacer llamadas y navegar por internet, con todo lo que una conexión al mismo supone, con una resolución asombrosamente óptima, una narración en primera persona cuya vista subjetiva no se convierte en un error como en multitud de casos en los últimos años sino en un acierto de inmersión; la plasmación de la pluralidad de nombres que reciben los muertos vivientes según cada religión, ángeles oscuros para el Islam, golems para el Judaísmo y zombies para el Cristianismo, clarifica que el concepto de resurrección se mantiene estable en todo credo posible.
Lo peor: el hilo argumental no se sostiene lo más mínimo, componiéndose una extraña y poco convincente mezcla entre REC y Grave encounters, siendo curiosamente los autores de ésta última y la presente hermanos en una y otra, y es que aunque parezca que hubiera que añadir “valga la redundancia” no es así al aportar cosas bien distintas, en este caso mal combinadas para concluir la predicación del odio humano que predomina en los cinco continentes, además, de la peor forma posible; la guía turística de emblemáticos emplazamientos israelíes, entre ellos la Puerta de Damaso, la Iglesia del Santo Sepulcro, el Muro Occidental y las Canteras del Rey Salomón, no alcanza el nivel de provecho suficiente; la razón primigenia por la que las dos amigas protagonistas de origen americano cambian el lugar de destino de sus vacaciones, Tel Aviv por Jerusalén, se percibe como una típica e inservible excusa para concebirlas como caprichosos billetes andantes.