Título original: Pye-ga
Año: 2010
País: Corea del Sur
Duración: 84 min.
Género: Drama, Terror
Director: Lee Cheol-Ha
Guión: Kim Eun-Kyeong
Reparto: Sin Kyeong-Seon, Jeon In-Geol, Yoon E-Na y Lee Hwa-Jung
Sinopsis
En una vieja mansión en la que, durante los últimos cuarenta años seis personas han desparecido, ocho han muerto en extrañas condiciones y once han sido asesinadas, tres miembros de la sociedad Expedición Maldita, acompañados de un equipo de filmación, deciden pasar la noche en el interior de la casa para desentrañar sus oscuros secretos.
Crítica
Curiosa y gratificantemente no nos encontramos ante otra típica y aburrida producción coreana en la que un extraño ser de pelo negro e interminable busca venganza a costa de inocentes curiosos que ansían conocer el lugar maldito en el que se produjo su muerte (aunque en algunos momentos sí que aparece indirectamente esta figura), The haunted house project es un metraje muy similar a El proyecto de la bruja de Blair, un acercamiento del terror coreano a la tan de moda experiencia terrorífica en primera persona con cámara al hombro, que encuentra su claro y máximo exponente en la cinta anteriormente citada.
En esta ocasión se trata de un grupo de cineastas que pretenden rodar un video documental titulado “El proyecto de la casa desierta”, en el que se recojan las vivencias de los intrépidos protagonistas a partir de una premisa que habla de cintas halladas en el lugar de los hechos (como viene siendo habitual en producciones similares) encontradas en una calidad infame habiendo sido digitalmente restauradas posteriormente; en ellas se encontra el club Expedición Maldita compuesto por Lim Wan-Soo (Sin Kyeong-Seon, conocido con el apodo de Ghost Hunter), Won Mi-Jin (Yoon E-Na, con el pseudónimo de Viuda Negra) y Choi Woo-Ram (Jeon In-Geol, conocido como Horror Master) en un proyecto llevado a cabo por Lee Yung-Joo (Hyeon Tae-Ho, productor), Choi Gyu-Suk (Shin So-Yul, camarógrafa) y Jung Ji-Young (Lee Hwa-Jung, encargada de audio), que se encargaran de la captación de imágenes y sonidos de las andaduras del curioso (atendiendo a los instrumentos empleados para la ocasión), a la par que peligroso, proyecto fílmico.
El grupo irá equipado con la última tecnología para tratar asuntos de más allá: un elord (unas varas que cuando detectan presencias espirituales se separan), un detector EMF (que servirá para detectar ondas electromagnéticas que delaten la posición de dichas presencias) y una cámara térmica (para poder ver la silueta de los fantasmas); se disponen a rodar en la fábrica de galletas Changsoo Food, abandonado local que pertenecía a un tal Sr.Kim, quien murió en extrañas circunstancias (teóricamente ahorcado) tras hacerlo también toda su familia (sus tres hijos apuñalados y su mujer quemada), pero la leyenda no termina ahí, los lugareños hablan también de la secretaria, una mujer que misteriosamente desapareció tras los escalofriantes sucesos ocurridos en el lugar (aquí cabe señalar un dato real curioso que nos desvela la cinta en este punto, y es que a los sesenta días de la desaparición de una persona, en Corea, se considera oficialmente fallecida la misma, y ésta es la causa por la que la policía cejó la búsqueda de dicha secretaria).
La fábrica permanece abandonada debido al incidente, ya que se encuentra adosada al hogar del antiguo dueño (el Sr. Kim). Pues bien, se trata de un lugar siniestro (por este motivo se pregunta uno qué necesidad hay de explorarlo en plena noche, sin más luz que la tenue que desprenden las linternas), con numerosas zonas infectadas de una extraña agua contaminada y que en su parte posterior presenta un enigmático e inquietante estanque sucio en el que murió ahogado un empleado de la fábrica (hecho que a la postre tendrá gran importancia en la historia); se puede intuir el trágico desenlace a medida que avanza la trama, y no porque desde un principio se sepa (por la primeras grabaciones que se nos muestran, esclarecedoras del final que nos espera), sino por el certero y palpable incremento de terror paulatino, que desemboca en la apoteósica y (muy) sangrienta conclusión del filme.
Pese a que en ciertos momentos se vislumbran recursos fáciles pero efectivos del mítico cine de serie b, Lee Cheol-Ha utiliza unos grandiosos efectos especiales seleccionados con maestría en tres o cuatro escenas, que bastan para conseguir a la perfección su propósito, que no es otro que atemorizar y transmitir intensamente la tensión plasmada en la película; los dichosos cortes y fallos visuales en la filmación hacen sobresaltar al espectador en numerosas ocasiones, al mismo tiempo que refuerzan la credibilidad de una teórica grabación real cámara en mano, aunque en cualquier caso The haunted house project resulta una producción fácilmente digerible (incluso para los que no disfrutan habitualmente de producciones coreanas, como es mi caso, puesto que las encuentro tediosas y difícilmente interesantes), merced a un buen ritmo e interesante hilo argumental que atrapa e inquieta desde el comienzo y que logra sorprender en cada momento con una sobrecogedora atmósfera y una tensión muy lograda, además de una selección de sustos perfectamente adecuados y una coherencia en su conjunto inusual en cintas de semejante temática (y más aún en primera persona, como tan de moda se ha puesto en los últimos años y tan bochornosas producciones ha producido, como sucedió sin ir más lejos con la reciente Paranormal activity 2, peyorativa con mayúsculas).
